Somos un 70 % de agua. El agua impregna todas las porciones de nuestras células y tejidos . Constituye el 90 % del plasma sanguíneo. En el agua se producen básicamente todos los intercambios metabólicos, la transferencia de energía, oxígeno y nutrientes. También gracias a ella podemos eliminar las toxinas y regular nuestra temperatura corporal.
Una buena hidratación es fundamental para la transmisión del impulso nervioso y determina el rendimiento cognitivo. Todos los días perdemos agua con la respiración, el sudor y los desechos. ¿Y cómo estar hidratado?; ¿Cuanta agua al día tengo que beber? Eso depende de muchas cosas: de la persona, del entorno, del ejercicio, de la alimentación. No te vuelvas loc@ contando vasos de agua o litros, todos llevamos un hidrostato incorporado que nos avisa: La sed. El problema es que tomamos bebidas azucaradas y alcohol de forma habitual que enmascaran la sensación de sed. Creemos que estamos hidratándonos con estas bebidas “recreativas” pero no es cierto. El alcohol deshidrata un montón y el azúcar añadido también. Si vas a beber alcohol asegúrate después de beber mucha agua. Todos conocemos gente que se puede pasar días sin beber agua tomando solo refrescos y cerveza.
Hidros, significa agua. Y sólo nos hidratamos con agua. Es impopular, lo sé, pero es así. Con una dieta diaria rica en frutas, verduras y hortalizas te estarás hidratando a través de ellas con agua filtrada y mineralizada por las propias plantas. Con la receta de hoy vamos a hacer algo similar pero a la inversa. ¿No te gusta el agua sola? seguramente tengas el paladar acostumbrado a umbrales muy dulces. Aquí tienes una deliciosa y saludable solución. Además es más barata y sostenible que ir a comprar una lata de refresco al super.
El agua de sabor o saborizada es básicamente una infusión en frío de verduras, frutas, hiervas aromáticas y especias. Hidrata, refresca y está buenísima. Simplemente dejando los ingredientes una horas macerando en agua estos irán liberando parte de su esencia soluble aportando un agradable sabor al agua. Y al igual que el agua sus calorías son 0.
Puedes personalizarla y sorprender a cualquier visita. A los niños les encanta, pero no tienen porque tener un sabor dulce, el apio, el jengibre y las especias como el romero le pueden dar ese puntito amargo que tanto te gusta ¿Te atreves a sacar al/a cocteler@ cuban@ que llevas dentro?
HIDRATATE CON AGUA A DIARIO
1,5 litro / 4 minutos (8-12 horas de maceración refrigerada)
Ingredientes
Agua de cítricos, pepino y fresas
- 4-5 fresas en rodajas
- 1/2 naranja en láminas finas
- 1/2 limón en láminas finas
- 1 trozo de pepino en láminas finas
- 1,5 litro de agua mineral
Agua de manzana roja, arándanos y menta
- 1/2 manzana roja en tiras finas
- 1 puñado de arándanos azules cortados a la mitad
- 2 ramas de menta fresca
- 1,5 litro de agua mineral
Lava bien la fruta y verdura. Córtala en laminas finas e introducen en agua. Los arándanos basta con partirlos en dos. Guarda en la nevera entre 8 y 12 horas.
¡ A disfrutar bebiendo y cuidando tu cuerpo serrano!
TIPs:
Esta receta tan fácil de preparar es ideal para hacer la noche anterior y llevar tu agua de sabor a la piscina o al trabajo.
Cuanto más tiempo estén los ingredientes dentro del agua más se irá intensificando el sabor. Pero si quieres que te dure más de 24 horas en perfecto estado, transcurrida la maceración saca los ingredientes sólidos y guarda solo el agua en la nevera. Tu decide si quieres comerte o no las frutillas que quedan. Los cítricos y arándanos quedan intactos pero la fresa por ejemplo pierde todo el color y se queda como un flash chupado.
Si usas hierbas, puedes aplastarlas suavemente para que suelten su sabor mas fácilmente.
Los tarros de vidrio grandes de conserva, como los de legumbres, son ideales para tener aguas de varios sabores y te permiten retirar los ingredientes fácilmente.
No hace falta que compres nada especial seguro que por casa tienes muchas opciones. Recicla la monda de las zanahorias, del pepino, de un mango o de esa pobre mitad de limón que habita en todas las neveras. La fruta congelada también vale. La manzanilla o la menta poleo secas también.
¡ Juega con los aromas y sabores! Piña con jengibre. Naranja, zanahoria y albahaca. Pepino con sandía y pimienta. Cerezas, apio y canela en rama. Limón con cilantro y enebro. Pera con perejil y limón. El límite lo pones tú, más que una receta es una inspiración…