Welcome Spring! ¡Por fin! Bienvenidos también la falta de concentración, el cansancio la apática y la irritabilidad. Con la primavera se produce un gran cambio en los bioritmos y la llegada de nuevos alimentos nos ayuda a adaptarnos a ellos. Una forma estupenda de combatir los síntomas desagradables de la primavera es haciendo hincapié en el consumo de frutas y verduras crudas.
Cuanto más color, olor y sabor tenga un alimento vegetal más fitoquímicos contiene. Si llenamos nuestros platos de vegetales coloridos garantizamos el consumo de gran variedad de vitaminas, minerales y compuestos funcionales que nos preparan para el cambio de estación.
La receta de hoy prácticamente no es una receta, más bien es una bobada. Es una gran olvidada pero sin embargo muy efectiva. Otra receta simple y de aprovechamiento de las que soy tan fan. Con un yogur y un puñado de frutos secos puede ser un gran desayuno, también como postre o merienda. Una forma genial de refrescarse y levantar el ánimo.
Por favor, borra de tu mente las horribles macedonias de piña y melocotón en almíbar con sabor a lata de la infancia. La mezcla de frutas de temporada puede dar mucho juego de texturas y sabores. Es una forma fácil de comer fruta variada. No es necesario añadirle ni alcohol ni azúcar. Con hacer una buena combinación es suficiente. Tienes la oportunidad de llevar la primavera a tu plato. Solo necesitas 5 minutos y ganas de hacer un viaje sensorial ¿Te atreves?
CUALQUIER MOMENTO DEL DÍA ES BUENO PARA COMER FRUTA
3-4 personas / 6 minutos (10-20 minutos de nevera)
Ingredientes
- 6 fresas
- 1/2 pera
- 3 nísperos
- 1 ciruela negra
- 1 kiwi
- 1 puñado de arándanos azules frescos
- zumo de 1/2 naranja
Lava la fruta recreándote en sus formas y en el masaje que recibes en tus palmas y yemas.
Corta la fruta deleitando en los aromas que desprende.
Pon la fruta en un bol con el zumo de naranja y remueve con suavidad entreteniéndote el la diversidad de colores que emergen con cada vuelta.
Reserva en la nevera entre 10 y 20 minutos para que macere un poco. Sirve frío.
¡A disfrutar!
TIPs:
El zumo de naranja es principalmente para que no se oxiden los trozos de fruta. Puedes usar cualquier otro crítico como la lima o la mandarina pero ten en cuenta el sabor, el limón puede resultar demasiado potente. La canela también es antioxidante e impide que la manzana se amarrone pero hay que ser generoso con la cantidad.
La clave de esta receta está en el punto de maduración de la fruta. Por ejemplo unas fresas verdes no saben a nada y muy maduras darán sabor a pocho a toda la macedonia.
Si dejas mucho tiempo la macedonia en la nevera se macera más, es decir se ablanda y se mezclan los jugos que sueltan las frutas. A mi me gusta que la fruta conserve su turgencia pero aún así de un día para otro esta muy rica y así ya tienes listo el desayuno.
Juega con las mezclas, los nísperos le dan al conjunto una chispa ácida muy interesante, la pera cremosidad y los arándanos explotan al morderlos. En especial el plátano no me gusta en esta receta porque termina siendo puré.
Juega con los aromas, la albahaca o la menta cortadas finamente le dan un gran toque.
Juega con la temporada y con otros ingredientes. No todo tiene que ser fruta. Imagina una macedonia de verano con melocotón, canela, requesón y moras, o una de invierno con chirimoya, granada, mandarina y nueces.
¡Aprovecha el momento! Disfruta de la fruta de temporada. Es cuando más rica está y resulta mas económica. La temporada de algunas frutas como los nísperos o las chirimoyas es bastantes efímera y desaparecen pronto de los mercados. La naturaleza nos ofrece continuos cambios para que no nos aburramos de comer siempre lo mismo así que aprovéchalos ¡Dis-FRUTA!