Esta vez la noche más terrorífica del año va a ser muy distinta. No podremos ver brujas, vampiros y zombis pequeñuelos corriendo por ahí de casa en casa en busca de dulces. Sin embargo puede ser un momento genial para disfrutar en la cocina preparando delicias siniestras y sanas alejadas de las toneladas de azúcar habituales.
¿Cómo? Con ingredientes naturales como la fruta, minimizando los edulcorantes añadidos y un poco de fantasía.
El agar-agar es un alga gelificante. No es muy destacable nutricionalmente pero sí por sus pocas calorías, alto contenido en fibra y fácil digestión. También hace esta receta acta para vegetarianos y veganos y sirve tanto para postres como para espesar salsas y sopas .
Y por supuesto el uso de fruta y el sencillez de la receta ayuda a los más pequeños a asociar alimentos saludables y cocina con la diversión de las fiestas. Puede ser un postre, una merienda o un horrendo desayuno.
TOMA DULCES SOLO EN OCASIONES ESPECIALES Y FRUTA A DIARIO
Ingredientes
6 ojos verdes / 15 minutos (1 hora de reposo)
· 400 ml de leche de coco casera ( o en lata)
· 1 sobre de agar agar en polvo
· 1 kiwi
· 6 arándanos pequeños
· 2 puñados de fruta roja congelada (fresas, grosellas y frambuesas)
· 2-3 cucharadas de sirope de agave y 2 de miel.
· una pajita
· 6 tazas de café solo de forma redondeada o semiesférica
· agua mineral o filtrada
Para hacer el cristalino:
Disuelve una pequeña cantidad de gelatina en agua caliente. Vierte un par de milímetros en cada taza y deja templar. Ya tenemos el cristalino.
Para el iris:
Corta una rodaja fina de kiwi y retira el centro blanco con una pajila. Inserta en el agujero un arándano y coloca el conjunto en el fondo de la taza. Reserva en la nevera. Ya tenemos el iris.
Para el globo ocular:
En un cazo calienta la leche de coco sin que llegue a hervir y añade 2-3 cucharadas de sirope de ágave y el resto de la gelatina. Remueve suavemente. Cuando esté algo más templada viértela en las tazas que teníamos preparadas con la fruta. Deja enfriar a temperatura ambiente o en la nevera.
Para la sangre:
La mermelada casera se hace picando un poco la fruta congelada y calentándola en una sartén. Cuando esté hecha una papilla con grumos, añade la miel y remueve unos minutos más para que el exceso de agua se evapore. Deja enfriar y sirve.
¡¡A chuparse los dedos!! Digo… los ojos.
Por si hay dudas, en la elaboración de este plato ningún animal ha sido maltratado ni sacrificado.
TIPs:
Esta receta no es muy dulce. Lo ideal es no acostumbrar al paladar a umbrales demasiado altos de azúcar. No obstante, prueba la gelatina blanca antes de echarla en el molde y si lo consideras necesario añade un poco más de agave pero ten en cuenta que la mermelada también es dulce y se trata de pringar el “ojo en la sangre”. Ve disminuyendo los edulcorantes añadidos de la dieta poco a poco hasta eliminarlos por completo o reservarlos para momentos puntuales.
Las hieleras semiesféricas también son un molde excelente aunque son más pequeñas. Corta el “iris” de kiwi más pequeño con la ayuda de un tapón por ejemplo.
En esta ocasión no he filtrado la leche de coco para dar más consistencia y sabor ( ver receta leche de coco exprés y tradicional) pero con leche de coco enlatada queda superrica también. Puedes sustituir la leche de coco por otro tipo de leche o incluso requesón. El resultado será más parecido a una panna cotta o un flan.
¡ Juega con tu creatividad en familia! Aunque parezca increíble, si la fruta se presenta de una forma original tiene mucho éxito entre los peques sobretodo sí ellos participan en el proceso. Inspírate con otras ideas de nuestra web como Framkiwis y Booo-nanas.
Me encanta,es terrorificamente delicioso 🤪🤪
¡miedito Isa!